Era cuestión de tiempo y finalmente ocurrió. Ante el Consejo de la Magistratura de la Nación pidieron ayer la destitución de su cargo del juez federal de San Rafael, Héctor Raúl Acosta, a raíz de los pedidos de detención que ejecutó contra la ex presidenta Isabel Perón, y los ex ministros Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf.
La solicitud la impulsó en Buenos Aires un abogado, quien alegó que el magistrado del Sur provincial sólo ventila este caso para ganar notoriedad.
El planteo legal fue formulado por el letrado José Bibiano Cedrún Gutiérrez, quien cuestionó el accionar del juez en la tramitación de la causa que adquirió alcance e impacto nacional.
En la presentación cuestiona a Acosta y asegura que “habría ordenado” la detención de Isabel Perón, Cafiero y Ruckauf “sólo a partir de las declaraciones de un represor que no puede merecer demasiado crédito en ningún ciudadano de bien”.
Cedrón Gutiérrez consigna que Acosta le encomendó al Gobierno de Mendoza reportar los domicilios actualizados de Isabelita, Cafiero y Ruckauf para luego ordenar la detención, lo que, a su criterio, constituye un “abuso de autoridad”.
El denunciante insistió además en que la medida “sirve únicamente como propaganda” para Acosta, a quien atribuyó “un claro desprecio por la prudencia” que, según dijo, deben tener los magistrados.
En tanto, en el mundillo judicial y de los profesionales mendocinos del derecho, el pedido de destitución contra Acosta se veía venir y lo daban por descontado desde el mismo día en que trascendió el calibre de las detenciones que había ordenado.
El juez federal investiga la desaparición de al menos dos ciudadanos de San Rafael, pero no durante la última dictadura militar que llegó al poder el 26 de marzo de 1976, sino en los meses previos, cuando gobernaba Isabelita (la última esposa de Juan Domingo Perón), quien estaba al frente de una presidencia constitucional avalada por las urnas pero tan licuada de poder como Fernando de la Rúa con los cacerolazos.
Desde el Consejo de la Magistratura confirmaron a la prensa nacional que el análisis de la denuncia podría demorarse hasta después de la feria judicial, ya que los nuevos miembros del cuerpo asumirán el 17 próximo y entonces comenzará el proceso de evaluación.
El planteo debe pasar primero por la Comisión de Acusación y Disciplina, y luego por el plenario del Consejo. Si la acusación prospera, sólo entonces se conformará el Jury de Enjuiciamiento encargado de evaluar la conducta del juez. nvestiga a Isabel Perón
miércoles, noviembre 08, 2006
lunes, noviembre 06, 2006
Isabel Perón y Cafiero, en una causa por torturas en San Rafael
El juez federal de San Rafael, Raúl Acosta, solicitó que se investigue el secuestro y tortura de un menor durante el gobierno constitucional de Estela Martínez de Perón.
El magistrado sureño ya había provocado un verdadero revuelo nacional cuando la semana pasada imputó y pidió que sean detenidos la ex presidenta y los ex ministros Ítalo Lúder, Carlos Ruckauf y Antonio Cafiero por la desaparición de Héctor Fagetti, el 25 de febrero de 1976.
A este hecho se suma ahora el de Jorge Berón, secuestrado cuando tenía 17 años, el mismo día que Fagetti.
Acosta solicitó al fiscal Francisco Maldonado que investigue a Isabelita y a sus ex funcionarios por torturas y privación ilegítima de la libertad de Berón agravada por ser un menor de edad.
Una vez que el fiscal Maldonado lo requiera, el magistrado sureño hará las imputaciones correspondientes, lo cual significa que de resultar acusados deberán ser indagados.
No se excluye que el juez pida, al igual que lo hizo con el caso Fagetti, que los sospechados sean detenidos.
A pesar de ser menor de edad, Berón fue trasladado desde San Rafael hasta la Penitenciaría de Mendoza cuando no correspondía hacerlo por tratarse precisamente de un adolescente.
Durante su secuestro fue torturado con picana eléctrica en todo su cuerpo, lo que significó además que perdiera gran parte de su dentadura.
Posteriormente fue trasladado de la Penitenciaría de Mendoza a la Unidad Penitenciara 9 de la ciudad de La Plata y allí cumplió sus 18 años. Fue liberado en 1977.
El viernes, y tras ser citado por el juez Acosta, quien investiga otras desapariciones producidas durante el gobierno constitucional y la dictadura militar, Berón hizo un relato escalofriante sobre lo ocurrido durante su cautiverio.
Este hombre, que hoy tiene 47 años es casado y tiene hijos, reside en San Rafael.
Durante los primeros meses de la dictadura militar, en agosto de 1976, su hermano Guillermo también fue secuestrado y desaparecido.
Con respecto de la causa por Fagetti, y por la cual Acosta pidió el arresto de Isabel, Ruckauf, Lúder y Cafiero, aún no recibió el informe de la Policía Federal remitiéndole la constatación de domicilios.
Ante el temor de ser detenido, Cafiero, a través de su abogado, Tíndaro Fernández, pidió la eximición de prisión, sobre la cual el magistrado sanrafaelino aún no se expidió.
domingo, noviembre 05, 2006
Baldomir no pudo hacer un nuevo milagro
Para muchos, la pelea del año. Carlos Baldomir hacía su segunda defensa del título mundial welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Enfrente aparecía nada más y nada menos que Floyd Mayweather. El estadounidense de 29 años, considerado el mejor boxeador del momento, llegaba invicto, con 36 triunfos: 24 por nocaut. El argentino (35) acumulaba un récord de 43 victorias (13 por la vía rápida) y 9 derrotas. El Mandalay Bay de Las Vegas, un escenario emblemático en la historia boxística, se vestía de gala para presenciar el combate más esperado. Tras dar el batacazo en enero ante Zab Judah, en el mítico Madison Square Garden de New York, y luego noquear al canadiense Arturo Gatti en Atlantic City, en julio, el Tata soñaba con seguir haciendo historia.
Estudio puro en el comienzo. Mayweather intentaba hacer pesar lo que tal vez es su principal virtud: la velocidad. Y de esa forma se mostraba un poco más seguro arriba del ring. Sin embargo, Baldomir parecía tener la situación controlada, y a cada rato iba agresivamente contra el estadounidense, que cuando se sentía acorralado enseguida lo trababa.
Inteligente, el norteamericano hacía sentir su oficio cuando el santafesino lo buscaba en la zona baja y mantenía constantemente una diferencia a su favor. Entre el cuarto y el sexto round fue el tramo en el que Mayweather logró dejar más clara su superioridad. Puso a Baldomir contra las cuerdas en más de una ocasión y, en el quinto, sacó la mayor ventaja. La derecha de Pretty Boy era cada vez más difícil de controlar para el Tata, que empezaba a sufrir el desgaste que le causaba su rival.
Al promediar la pelea, Baldomir sufrió un corte en la nariz y comenzó a sangrar. Asalto a asalto, la situación se le complicaba más al argentino, que estaba prácticamente encaprichado con buscarlo arriba al estadounidense. No tenía variantes, y quedaba desprotegido fácilmente. El octavo round fue el mejor para el santafesino ex vendedor de plumeros: salió con gran actitud, golpeó abajo y arrinconó a un Mayweather que, agazapado, se defendía muy bien.
Sólo quedaban tres episodios. Nueve minutos para que el Tata produjera un nuevo milagro. Pero no habría caso. Campeón en cuatro categorías -superpluma, liviano, superliviano y welter-, el norteamericano plasmó toda su técnica dentro del ring y frustró el sueño de Baldomir. Nunca un argentino había logrado imponerse en Estados Unidos ante un número uno del mundo. Y la historia no se modificará, al menos por ahora. El jurado, integrado por dos locales y un inglés, decretó el triunfo de Mayweather en fallo unánime. Indiscutible.
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